Desde hace un tiempo, he recuperado mi afición por las plumas estilográficas. No es mi afición, o al menos no lo es hoy por hoy por las plumas de lujo, sino más bien por las herramientas de utilidad para escribir. Una pluma puede ser bonita y sencilla y a la vez un mecanismo eficaz para escribir, por eso me atraen las plumas con un sentido eminentemente práctico.
La primera que compré fue una Pilot 78G con punta F (fina). Es hoy por hoy mi pluma de batalla y la que llevo siempre conmigo. Práctica fiable y con un atractivo diseño clásico. La utilizo con tinta Waterman Azul-Negro.
Pilot 78G – Imagen de http://www.penaddict.com
Después un regalo, una Lamy Logo, que actualmente también utilizo a menudo, en este caso con cartuchos en azul de la propia Lamy.
Lamy logo – Imagen de rakuten.com
Después han ido viniendo algunas más: varias chinas, entre ellas una Hero 100, una Ohto dude que me ha sorprendido gratamente, y están en proyecto varias japonesas más).